Alguien la dejó sobre la mesa del profesor doblada con el cartel que rezaba ‘Vamos, selección’, en clara alusión a la motivación futbolera, por la que se colgó hace una semana con el permiso de su tutor y del jefe de estudios. Se cree que esta ciudad en la que habrían vivido unas 10.000 personas fue una vez un importante centro de negocios de jade y de obsidiana.