La canción encajó muy bien con el City por los años que pasó el club, y también por los colores y hoy es parte de la historia del equipo. A fines de la década de 1980, los fanáticos del City comenzaron la locura de llevar objetos inflables a los partidos, principalmente plátanos de gran tamaño. Tres hinchas empezaron a cantar la canción de forma melancólica saliendo del estadio. Si ese corto receso nos dificulta distinguir un torneo del otro, no se preocupen: les presentamos una nueva colección de camisetas, con los distintos equipos de la liga presentando sus uniformes de local, visitante y terceras equipaciones alternativas (en el caso de aquellos clubes que las han lanzado).