El empresario alemán Günter Mast consiguió que el mejunje para cazadores se convirtiera en una de las bebidas alcohólicas más vendidas. Su conocido logotipo -la cabeza de un ciervo con una cruz entre sus cuernos- es un homenaje a San Huberto y San Eustaquio, patrones de la caza. Ante las quejas de los nacionalistas, que pretenden el regreso del rojo, Kawabuchi argumentó: «El azul es el mejor color para que nuestra bandera nacional se distinga con nitidez sobre la camiseta».