El consumidor de a pie prioriza lo que percibe como ‘barato’, sin saber que lo que se lleva a casa le está saliendo muy caro, tal y como apunta Gema: “no es que la moda sostenible sea cara, sino que sale muy barato explotar. Tanto si te gusta tener tu nombre en la espalda de la camiseta como el nombre del equipo que apoyas, todo es posible.