Conservando la base así como la llegada del Super Ratón el argentino Jorge Coch poseedor de un temible disparo de pierna derecha, Ángel Salazar y de Daniel Báez, quienes venían de las selecciones preolímpicas, de los argentinos Rico Herrera y Enrique del Val. No entró en la liguilla por puntos, camiseta de brasil pero al terminar esa campaña el equipo fue vendido. Sin embargo, con la compra por el Gobierno del Estado en ese tiempo, de la franquicia del equipo Potros Neza que había sido campeón de la Segunda División en la temporada 1988-1989, los Tiburones Rojos, regresan al puerto.