Brasil terminó subcampeón en la justa, por segunda vez desde 1950, después de una campaña muy respetable en la que derrotó a Países Bajos por penales en la semifinal tras un empate 1:1 con goles de Ronaldo y Patrick Kluivert. Entre las contrataciones que solicitó y los dirigentes consiguieron estaban jugadores como Christian Ziege, Ibrahim Ba, Patrick Kluivert, Giampiero Maini, Massimo Taibi, Winston Bogarde, Maurizio Ganz, Jesper Blomqvist, Steinar Nilsen, Andreas Andersson y Leonardo.