El logro del Barça de Rijkaard consiguió que en España los federados se incrementaran un 8,6%, después de dos años donde las nuevas inscripciones se habían estancado. En verano de 2010 una generación de futbolistas españoles, liderados por los jugadores del Barça -que venían de meterse en el bolsillo todos los títulos posibles, seis, a nivel de club en el año 2009- hicieron lo que nunca antes había conseguido la selección: ganar un Mundial.